domingo, 10 de julio de 2011

Alemania(I): Haciendo el cabra: subida al Tegelberg y bajada a Neuschwanstein

Sí. Ya lo sé.
Ya sé que dije que iba a subir por la esquinita este de Suiza y empezar el recorrido por la esquina oeste de Austria.
Pero qué le voy a hacer si la esquina oeste de Austria no tiene en principio nada especialmente salientable (a diferencia de su mitad este) y en cambio el sur de Alemania que está pegadito sí. 
Así que, aunque dije Austria, esta se ha ido postergando unos días:
Primero porque preferí "despistarme" recorriendo el lago Konstanz/Bodensee alrededor (que sobre todo es orilla Suiza y Alemana).
Segundo porque una vez en esa esquinita Suiza-Alemania-Austria a orillas del lago, tenía una pinta mucho más apetitosa en el mapa (y en la realidad) la ruta "Deutsche Alpenstrasse" por el sur de Alemania todo pegadito a los Alpes. 
Y tercero: tercero porque por ahí, tras unos 90 quilómetros recorriendo esa ruta se encuentra el pueblo de Fussen y en sus alrededores una de mis debilidades: el castillo de Neuschwanstein, ese al que le fusilaron la figura los de Disney con su logo, y creo que sin pagar derechos de autor:
(no, lo de arriba no es un dibujo, es una foto del castillo de Neuschwanstein hecha estos días).

Y digo que es una de mis debilidades, porque voy por mi tercer visita, y aprovechando para quitarme la espinita de hace 11 años:
  • La primera visita fue en Julio de 2000, aprovechando los días que me quedaban de vacaciones y antes de volverme para España de Alemania. De esa me quedaron las ganas de hacer una caminata por los alrededores del castillo, por los senderos que había por las montañas de alrededor (en esa ocasión subí media hora por uno de ellos para sacar unas cuantas fotos, pero era cuestión de regresar antes de perderse, de que se hiciese de noche, o de ambas cosas).
  • La segunda fue en Septiembre de 2005, aprovechando una "visita cultural y gastronómica a la Octoberfest". Para compensar las catas de viandas y brebajes de las tardes, por las mañanas se imponían las visitas culturales, así que en uno de esos días ejercí de guía conocedor de la zona y arrastré a mis amigos hasta él. De esa no hubo caminata por las montañas. Primero porque el tiempo no acompañaba, y algunas gotas caían de vez en cuando. Y segundo porque tampoco era cuestión de abusar, que las noches de cata gastronómica también hacían mella.
Así que siendo esta la tercera, y con aquello de que con la tercera va la vencida, me propuse quitarme la espinita: caminata por las montañas de alrededor, con las vistas aproximándose del castillo como premio de llegada.  
La ruta empieza en las llanuras que hay hacia el norte del castillo (una amplia meseta de campos y lagos):
Las montañas que veis en la foto no son las que subí. Digamos que desde donde saqué la foto el castillo estaba a una cierta distancia de mí a casi las 3 en punto, y el Tegelberg (berg=montaña) estaba a una distancia similar a las 12. Pero el Tegelberg no es más bajo que esas montañas ni menos escarpado, así que os dan una idea de la ruta.
La ruta era subida el Tegelberg, y continuaba después por un sendero que va desde la cima del Tegelberg, todo a lo margo de las montañas, bajando poco a poco hacia el lado de Neuschwanstein, y bajando finalmente hasta el castillo. Lástima de una cierta neblina que no se fue en casi todo el día, y que en las fotos de lejos se hace notar, pero aún así se disfrutaba con las vistas.
Durante la subida ya se podía hacer alguna foto interesante:

En la foto anterior se pueden ver a la izquierda del lago (aunque en realidad está en lo alto de una colina cerca de él) el castillo de Neuschwanstein y a la derecha del lago en pequeñito (y muy próximo a él en distancia real) y en tono amarillo el castillo de Hohenschwangau (el castillo de papá y mamá de Ludwig II y donde se crió él). 

Llegado a un cierto punto de la subida, había dos rutas posibles: bien coger el sendero de la izquierda, que aunque más largo era más amplio y con una pendiente más suave, o bien coger el del centro ... que aunque más corto, era una buena cuesta. Yo como tenía ganas de caña, y a falta de Octoberfest, cogí por el del centro:
Lo bueno de que el sendero fuese tan empinado, es que cuando uno lleva un buen rato de subida y pilla alguna sombra, pues aprovecha para parar, y para mirar para atrás y justificarse la parada con "lo mucho que ya ha subido". Y esto permite fijarse en las vistas que sino igual se dejaba uno atrás:

Claro que conforme se va subiendo también se mira para delante. Y entonces ve uno a un grupo de tíos (o tías, a esa distancia y vestidos tampoco voy a hacer suposiciones):
 ¿Y que hacían por allí? Pues lo mismo que yo: daros (bueno, y darme) envidia. Sobre todo si alguno es aficionado al parapente:





Un trozo más arriba de donde ellos estaban (otros 15-20 minutos de caminata) se llega al correspondiente restaurante con vistas del alto del monte, después de unos casi 1000 metros de subida (el alto del monte está un poquito más arriba, a unos 1750m sobre el nivel del mar, y la meseta a unos 850m):
Toda la subida son, en total, unas 3 horas de caminata.
Y ahora os preguntareis (preguntaos): "¿y los tíos (o tías) esos (o esas) del parapente se han pateado toda la cuesta para arriba con todo el equipamiento sólo para darnos envidia?".
No, por favor. cómo se os ocurre. En realidad han subido para divertirse ellos :P.
Bueno, y no han subido exactamente a patas. Y es que un poquito más arriba del restaurante, está esto:
Un teleférico en el que podéis subir desde abajo del todo hasta arriba del todo (nunca mejor dicho). Y obviamente, también podeis hacer el recorrido inverso (estos alemanes piensan en todo).
Así que ellos (los del parapente de algo más abajo) en realidad se cogen un billete sólo de subida (creo que hay abono para el día), que de la bajada ya se encargan ellos. Bueno, los del parapente de algo más abajo, y los del parapente y del ala delta de justo al lado:
Además, otra variante de la subida es más para cuasiescaladores (con tramo de escalera vertical incluida), así que hay subidas según los gustos.
Para la bajada, hay la ruta que os mencioné, que va por las laderas de las (escarpadas) montañas y bajando hasta Neuschwanstein, y que es la que yo hice a continuación (otras 2 horas de caminata):




Conforme se va acercando al castillo (aunque todavía mucho más alto que este) el sendero empieza a asomarse regularmente al barranco (o precipicio si lo preferís, porque llamarlo ladera sin más es faltar a la verdad). Yo que no tengo vértigo pero amigo de asomarme a barrancos no soy, acercar me acercaba, pero en alguna ocasión, con el pedazo barranco vertical que se veía, estaba más tranquilo sentándome para tomar las fotos. Y eso que, a diferencia de otros sitios con semejantes barrancos, aquí no soplaba ni pizca de aire (que sino, y una milk que me iba a acercar yo tanto).
En una de las vistas, y aprovechando que había rocas donde sentarse, aproveché para disfrutar del bocadillito del mediodía tan ricamente, con unas vistas que ni en el restaurante más caro de cinco tenedores de oro:



El sendero sigue bajando dejando más oportunidades de sacar fotos al castillo:


Hasta llegar a las cercanías del castillo, al Marienbrücke, puente desde el que se supone Ludwig II solía ver la evolución de las obras del castillo y lugar por antonomasia para que el turista le saque la foto al castillo:


Desde aquí se puede uno acercar hasta el castillo de Neuschwanstein (aunque en esta ocasión no hice la visita guiada por el interior, lo hice en 2005 y merecía mucho la pena):


O bajar un poco más y acercarse al castillo de papá y mamá (de Ludwig II, no vuestros), el castillo de Hohenschwangau. Más modesto que el que decidió construirse su hijo, pero es que su niño les salió soñador:
O al lago que tenían al lado:


Por cierto, que saliendo de Marienbrücke es posible coger un sendero que baja todo alrededor del castillo de Neuschwanstein (dejándolo a la izquierda) hasta el riachuelo que pasa a su lado. Desde ahí os podéis hacer una mejor idea de cómo de "bajito" está el Marienbrücke y el castillo (que en las fotos desde el Marienbrücke queda prácticamente a nivel):


Y con esto, y la vuelta al punto de partida, se termina la ruta, de 17km de recorrido, algo más de 5 horas y una subida (y posterior bajada) de casi 1.000 metros de altura. Para los más sensatos, muy recomendable subir en el teleférico al Tegelberg y recoger el sendero de bajada desde Tegelberg a Neuschwanstein. Y si os ha entrado envidia de las vistas de la subida al Tegelberg, os diré un truco que casi nadie sabe: el sendero de subida ... también se puede hacer de bajada. Y las vistas no cambian :P.

Por cierto, que la vuelta al punto de partida dejó el detalle de dos helicópteros militares de transporte de los "pequeñitos" (de estos de doble hélice, que una no les llega para aguantar con el peso en equilibrio) dando unas cuantas vueltas alrededor de la zona desde el castillo de Neuschwanstein al teleférico de Tegelberg, para finalmente hacer "paradiña" estacionaria rondando el castillo de Neuswanstein por unos 5-10 minutos y acabar marchandose por donde vinieron:
Como apunte, para este tipo de rutas viene muy bien tener un móvil con GPS con algún programa de mapas en él, y poder acceder (o descargarse) mapas de senderismo de la zona. Yo llevaba un programa para Android (OruxMaps) que me bajé hace unas semanas y que está bastante completito y con bastantes fuentes de mapas. En esta ruta, en un momento que yo y otros 3 o 4 grupos de gente nos dimos cuenta de que nos habíamos desviado del sendero hacia Neuschwanstein, vino muy bién para ver directamente en el mapa donde estábamos y por dónde se nos había quedado el sendero oficial (me había descargado mapas de senderismo de la zona, que incluían ese sendero). También llevaba un mapa en papel, pero nada como que el propio GPS te indique exactamente en el mapa donde estás tú (que en esas ocasiones, es precisamente la primera de las dudas).
Ya os comentaré sobre él con más detalle en alguna entrada próxima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario